EL AMOR MISERICORDIOSO
MADRE MARIA TERESA DESANDAIS
El Apóstol del Amor Misericordioso
"La Imagen del Amor Misericordioso"
EL EVANGELIO
El relato de mi vida y de mis palabras divinas lo tenéis recopilado en mi Evangelio.
¿Hacéis bastante caso de este Libro de Vida?
¿Qué sitio ocupa en vuestras lecturas, en vuestros afectos, en vuestros estudios, en vuestra línea de conducta, en vuestros consejos, en la investigación de la luz para vuestras dudas y soluciones?
¿Vais a mi Evangelio, tal como os lo interpreta mi Iglesia, para saber cómo os debéis de conducir en toda situación?
Ya sabéis, no obstante, lo que os he dicho sobre mi palabra divina, y que seréis juzgado particularmente sobre la observancia de mi Mandamiento…
Mi palabra es siempre la misma. Os hace falta, hoy como antaño, como ayer y como mañana, como hasta el fin de los tiempos, practicar mi palabra santa, y para eso conservarla íntimamente en vuestro corazón.
Hacedlo así. Jamás podréis hacer bastante caso del Evangelio ni usar de él con demasiada fidelidad bajo la dirección de la Iglesia…
Allí encontrareis la regla de vuestras vidas, el principio de la paz, de la alegría y de la eterna felicidad… la perfección de vuestro ser trazada en líneas claras y seguras por el Divino Maestro.
¿Hacéis bastante caso de este Libro de Vida?
¿Qué sitio ocupa en vuestras lecturas, en vuestros afectos, en vuestros estudios, en vuestra línea de conducta, en vuestros consejos, en la investigación de la luz para vuestras dudas y soluciones?
¿Vais a mi Evangelio, tal como os lo interpreta mi Iglesia, para saber cómo os debéis de conducir en toda situación?
Ya sabéis, no obstante, lo que os he dicho sobre mi palabra divina, y que seréis juzgado particularmente sobre la observancia de mi Mandamiento…
Mi palabra es siempre la misma. Os hace falta, hoy como antaño, como ayer y como mañana, como hasta el fin de los tiempos, practicar mi palabra santa, y para eso conservarla íntimamente en vuestro corazón.
Hacedlo así. Jamás podréis hacer bastante caso del Evangelio ni usar de él con demasiada fidelidad bajo la dirección de la Iglesia…
Allí encontrareis la regla de vuestras vidas, el principio de la paz, de la alegría y de la eterna felicidad… la perfección de vuestro ser trazada en líneas claras y seguras por el Divino Maestro.
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