AMARLO Y HACERLO AMAR
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SANTA JUANA DE CHANTAL
EL TRANSITO DE LA SANTA FUNDADORA DE LA VISITACIÓN DE SANTA MARÍA.
EL TRANSITO DE LA SANTA FUNDADORA DE LA VISITACIÓN DE SANTA MARÍA.
Siendo, como era, excelente directora de almas, Santa Juana Francisca intentó toda su vida encaminar los pasos de la virtud y apartar a sus Hijas de si mismas, y vencer en ellas los afectos desordenados y malas inclinaciones, para conducirlas hacia Dios, con quien están perfectamente unidas en amor las almas que viven desprendidas de todos los afectos terrenos; y la fuente y acción vital de su vida espiritual es el espíritu de oracion.
El orar siempre, era una lección que repetía a sus religiosas, diciendolas, que sus corazones debían estar orando, y amando mientras sus cuerpos estaban en recreo, en el trabajo, hablando, ó descansando; que es la inteligencia de la Esposa quando dice; yo duermo, pero mi corazón vela.
En el año de 1638 la llamó a Turín la Duquesa Real de Saboya, para fundar en ella el Convento de su orden. Poco después fué convidada á Paris por la Reina de Francia, y con extrema mortificación suya, fué tratada en aquella Corte con la mayor distinción y honor imaginables.
A su vuelta cayó mala de una fiebre, con cierta inflamación; cuyo accidente la detuvo en el camino en su Convento de Moulins, aqui fué donde después de haber recibido los últimos Sacramentos, y dado sus instrucciones a las Monjas, murió con admirable tranquilidad la muerte del justo el 13 de Diciembre del año de 1641, a los 69 de su edad.
Sus reliquias fueron llevadas con gran pompa a Annecy.
Entre otras revelaciones de la gloria de esta Santa S. Vicente de Paul, que había sido su Confesor en París, fué favorecido con una.
Nos dice que con las noticias de su enfermedad estaba orando por ella con grande ahinco cuando vio un globo resplandeciente como de unf fuego que brotaba de la tierra, y que se encontraba en el aire con otro que descendía del Cielo; los quales ambos subieron a él, y se sepultaron en un inmenso piélago de brillante fuego, desde el que una voz como interior le dijo muy distintamente que aquel piélago representaba la esencia divina, y los dos globos: el uno el alma de Santa Juana, y el otro la de Francisco de Sales.
Poco después de esto oyó la noticia de su muerte; y de repente le asaltó el recelo de si habría cometido esta Santa algún pecado venial en alguna de las cosas que ella le habia dicho a él, aunque la había tenido siempre por una persona de completa virtud y una de las almas mas santas que había jamás conocido.
Con estos miedos oro por ella con más fervor que antes, y en el momento fué favorecido segunda vez con la misma visión: desde cuyo prodigio quedó enteramente convencido de que estaba ciertamente en la gloria.
A su vuelta cayó mala de una fiebre, con cierta inflamación; cuyo accidente la detuvo en el camino en su Convento de Moulins, aqui fué donde después de haber recibido los últimos Sacramentos, y dado sus instrucciones a las Monjas, murió con admirable tranquilidad la muerte del justo el 13 de Diciembre del año de 1641, a los 69 de su edad.
Sus reliquias fueron llevadas con gran pompa a Annecy.
Entre otras revelaciones de la gloria de esta Santa S. Vicente de Paul, que había sido su Confesor en París, fué favorecido con una.
Nos dice que con las noticias de su enfermedad estaba orando por ella con grande ahinco cuando vio un globo resplandeciente como de unf fuego que brotaba de la tierra, y que se encontraba en el aire con otro que descendía del Cielo; los quales ambos subieron a él, y se sepultaron en un inmenso piélago de brillante fuego, desde el que una voz como interior le dijo muy distintamente que aquel piélago representaba la esencia divina, y los dos globos: el uno el alma de Santa Juana, y el otro la de Francisco de Sales.
Poco después de esto oyó la noticia de su muerte; y de repente le asaltó el recelo de si habría cometido esta Santa algún pecado venial en alguna de las cosas que ella le habia dicho a él, aunque la había tenido siempre por una persona de completa virtud y una de las almas mas santas que había jamás conocido.
Con estos miedos oro por ella con más fervor que antes, y en el momento fué favorecido segunda vez con la misma visión: desde cuyo prodigio quedó enteramente convencido de que estaba ciertamente en la gloria.
La favorita máxima que esta Santa repetía a sus religiosas era la de la humildad, mansedumbre, y caridad.
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