I - AMOR A LA PATRIA

EL AMOR A LA PATRIA

“Ama a tu prójimo; más que a tu prójimo, a tus padres; más que a tus padres, a tu Patria; y solamente más que a tu Patria, ama a Dios”. 

San Agustín

Septiembre, mes de la patria... para algunos ciudadanos, no sólo de este país, sino de otras muchas partes del mundo, la palabra "Patria" no tiene ya ningún significado.

Estamos tan inmersos en el mundo globalizado, que los valores cívicos de amor a la nación, para algunos no existen y para otros están desapareciendo. 

Pero el amor a la patria, especialmente para un cristiano, es inherente al alma, Dios lo ha colocado ahí. Más, ¿cómo sustentamos esta afirmación?

Recurriremos al Doctor Angélico, Santo Tomás explica que el amor a la Patria es parte de la virtud de la Piedad:

"La piedad es una virtud especial, derivada de la justicia, y puede definirse como un hábito sobrenatural que nos inclina a tributar a los padres, a la patria y a todos los que se relacionan con ellos el honor y servicio debidos."

Desglosemos esta definición según el Catecismo:

La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma.

La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.

Luego, honrar a la Patria es algo bueno y debemos mantenernos en esa disposición, que nos salga del corazón el sano orgullo, sin avergonzarnos, sin demeritar las cualidades de "lo nuestro".

La Patria no solo nos ve nacer, nos tiende los brazos, nos arropa, nos alimenta, nos hace crecer... y es de justicia agradecer a Dios por habernos plantado en un lugar tan hermoso como México... que algún día nos vea crecer, florecer y dar fruto.