II - AMOR A LA PATRIA
EL AMOR A LA PATRIA
“El hombre se hace deudor de los demás según la excelencia y según los beneficios que de ellos ha recibido.Por ambos títulos Dios ocupa el primer lugar, por ser sumamente excelente y por ser principio primero de nuestro existir y de nuestro gobierno.
A Él se le debe un culto especial, que le tributa la virtud de la religión.
Después de Dios, los padres y la patria son también principios de nuestro ser y gobierno, pues de ellos y en ella hemos nacido y nos hemos criado. Por lo tanto, después de Dios, a los padres y la patria es a quienes más debemos.
Y como a la religión toca dar culto a Dios, así en un grado inferior, a la piedad pertenece rendir un culto a los padres y a la patria."
Que nuestra oración comience a ser más de gratitud por tantos dones que recibimos de Dios. Este sentimiento nos lo inculcan mucho nuestros padres... desde que somos niños siempre se nos exhorta a dar las gracias.
Si alguno no ha cultivado este sentimiento, no es tarde... las hermandades, según el Derecho Canónico, tienen como finalidad la formación de sus hermanos (C. 298.1. Parte de esa formación es la catequesis. La Ley de Dios, está incluida en esta catequesis y dentro de ella, el Cuarto Mandamiento que ordena: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. Esta norma no sólo se refiere a los padres, también comprende “los deberes de los ciudadanos respecto a su patria”.
Que nuestro culto de Gloria, Amor y Reparación al Corazón Sagrado de Jesús se vea reflejado en el amor que cultivamos por nuestra Patria y lo buenos que seamos como ciudadanos.
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