I - LA DULZURA DE LA VIRTUD

 

REFLEXIONES CRISTIANAS 

La dulzura de la virtud...

De las Obras Completas de este amante del Corazón de Jesús, sacamos la siguiente reflexión que, en su momento, San Claudio compartía con la Duquesa de York sobre diversas cuestiones de piedad.

"La práctica de la virtud no destruye las pasiones, pero las doma: una ventaja aún mayor y más agradable. Son (como) leones que se han vuelto dóciles, elefantes que combaten por ti, que tienen respeto por quien los amansó y que te sirven de defensa. 

El orgullo (por ejemplo) nos sirve para despreciar al mundo, la ira para ejercitar contra nosotros mismos todos los rigores de la penitencia.

Jesucristo mismo dice que su yugo es suave, San Juan agrega que sus mandamientos no son pesados. El mundo, en cambio, dice que el yugo de Jesucristo es insoportable y que sus mandamientos son difíciles. El mundo lo dice, es decir, hombres que no lo conocen; pero todos los que lo han experimentado dicen lo contrario. ¿Hasta cuándo querremos cegarnos de esta manera?