AL PIE DE LA CRUZ CON LA MADRE DOLOROSA
NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
¡MADRE LLENA DE DOLOR, HAZ CUANDO EXPIREMOS, NUESTRAS ALMAS ENTREGUEMOS POR TUS MANOS AL SEÑOR!
Composición de lugar
Sitúate en el Calvario, al pie de la Cruz, y de manera digna y reverente, mira a la Virgen Santísima y aprende a dar Gloria, Amor y Reparación...
Meditación
La Segunda Palabra:
"Amen dico tibi hodie mecum eris in paradiso"
El real ánimo que Dimas advirtió en Cristo, clamando al Padre por el perdón de sus enemigos, le hizo formar el concepto alto de que sobre ser gran Hombre, era superior Monarca; y, creciendo por los ruegos de María la luz, vino a creerle, confesarle y defenderle como verdadero Dios.
Este felicísimo Delincuente fue el primero que, efectivamente, disfruto la eficacia de la voz de Jesús y el eco de María en el dimitte illis, pues se dirigió al indulto de todos los pecadores y, confesándole por rey Salvador y Dios de todos, logró en la Segunda Palabra el empeño de la Real y Divina, de que el mismo día, con Su Majestad, estaría en la gloria o paraíso (hodie mecum eris in paradiso) Lc 23, 43.
El eco de esta palabra de Jesús, salía del Corazón de María, en quién hirió como obsistente, y sonó: eris in Paradiso.
Hombre admirable, por su fortuna pasmosa, exclama San Agustín; a quien Cristo respondiendo a su memorial y súplica de tenerle en su memoria, dice: hoy, hoy, creíste, hoy arrebataste, hoy goza de la Gloria que te debo: hodie eredidisti, rapuisti; hodie reddo, quoddebeo.
Oración
Propuesta por San Pío X para pedir por México.
¡Oh, María Inmaculada!, velad por México, rogad por México, salvad a México, que cuanto más culpable, mayor necesidad tiene de vuestra poderosa intercesión. Una súplica a vuestro divino Hijo Jesús, que reposa en vuestros virginales brazos, y México será salvo.
¡Oh, Jesús, obediente a María, salvad a México.
Recemos incesantemente y llenos de confianza esta oración, y no te olvides, querido Guardia de Honor, ofrecer al Corazón traspasado de Nuestra Madre Dolorosa las 7 Avemarías para consolarla y alcanzar para México la gracia de conservarse en la fe.
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