EL AMOR MISERICORDIOSO
MADRE MARIA TERESA DESANDAIS
El Apóstol del Amor Misericordioso
“Centellitas”
Lo que el Sagrado Corazón dictaba a su "petite main", es decir "pequeña mano", como solía autonombrarse la Madre María Teresa Desandais.
¡Un poco de amor para el Dios de las misericordias!
¡Un poco!... ¿No debería pedirse un mucho? –No, que el Amor jamás dice que es algo cuando da; jamás dice que es bastante, y aunque lo haya dado todo, parécele aún no haber dado nada. Aunque nosotros hubiéramos hecho todo lo que debíamos por nuestro buen Dios, aunque todo lo hubiéramos sacrificado, todavía debemos exclamar: ¡es demasiado poco!
Pero Dios se contenta con nuestros pocos, porque sabe bien que nunca tenemos mucho… Sin embargo, quiere poseer todos nuestros pocos.
"Al menos tú ámame", decía el Corazón Divino a Santa Margarita María Alacoque, esperando su amor como un mendigo a la puerta de quien le dará una limosna... Y así espera tu amor, y el mío, querido Hermano...
"Al menos tú ámame", decía el Corazón Divino a Santa Margarita María Alacoque, esperando su amor como un mendigo a la puerta de quien le dará una limosna... Y así espera tu amor, y el mío, querido Hermano...
¿No le decimos con frecuencia que le amamos con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, sobre todas las cosas?... ¡Ay! ¡Cuán lejos está de poseer ese “sobre todas las cosas” tantas veces repetido!...
Él lo ha dado todo sin medida. ¡Oh! Démoslo también nosotros todo sin peso ni medida, sin usuras ni reservas; sin regateos de ningún género, sin atender, en fin, ni mirarnos a nosotros mismos; porque es menester olvidarse de sí para amar como conviene.
“Cuando yo comencé a olvidarme, dice Teresita del Niño Jesús, la caridad penetró en mi corazón, y desde entonces, empecé a ser dichosa, ¡porque amar es la felicidad!”... El Amor llama al amor.
“Cuando yo comencé a olvidarme, dice Teresita del Niño Jesús, la caridad penetró en mi corazón, y desde entonces, empecé a ser dichosa, ¡porque amar es la felicidad!”... El Amor llama al amor.
La recompensa del amor es el Amor. Cuando el alma comienza a dar, a no rehusar nada, entonces comienza verdaderamente a amar… y el amor se acrecienta con cada nuevo acto de amor, y se desarrolla un incendio… una hoguera… y el alma no sabe más que amar… El alma en este amor encuentra “un cielo anticipado”.
Encendamos está hoguera con nuestro amor, aunque sea poco, en torno al Corazón de Jesús, que se sienta correspondido, al menos tú y yo le amemos... Hasta mañana, pues, con una nueva de las "Centellitas" del Amor Misericordioso.
Encendamos está hoguera con nuestro amor, aunque sea poco, en torno al Corazón de Jesús, que se sienta correspondido, al menos tú y yo le amemos... Hasta mañana, pues, con una nueva de las "Centellitas" del Amor Misericordioso.
Comentarios
Publicar un comentario