NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN
MARÍA SANTÍSIMA
¡NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN ESPERANZA DE LOS DESESPERADOS, ROGAD POR NOSOTROS!
PODEROSA ABOGADA FRENTE AL CORAZÓN DE SU HIJO JESUCRISTO
Patrona y Protectora de la Guardia de Honor
Un poco de historia...
Momentos significativos para la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón:
Se considera que la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón en México comenzó el año 1900 por el R. P. Joaquín de Araoz quien hizo colocar en la Catedral Metropolitana una imagen que trajo de Europa tras su Ordenación Sacerdotal; convirtiéndose en un ferviente propagador de esta advocación.
CONSIDERACIÓN DEL DIA
La sublime vocación de María
En la Sagrada Escritura, leemos en el Libro de Esther que el rey Asuero quiere compartir su grandeza y gloria con una criatura digna de él.
Sus ministros viajan a través de sus provincias, eligen las vírgenes que encantarán los ojos del rey y les darán un año para prepararse para la recepción real.
Esther es de este número, pero despreciando un trono perecedero, pasa sus días y noches delante de su Dios, olvidada de los vanos ornamentos de un lujo exterior para embellecer su alma con virtudes; pero su belleza interior se irradia hacia afuera como un halo de gloria, y el rey mismo no puede escapar de la simplicidad de sus encantos. Al verla, la prefiere a todas las demás.
María Santísima es la verdadera Esther y Dios el verdadero Asuero. Predestinada para reinar con él, la Virgen se acomoda en el templo para esta misión sublime.
La oración, el silencio, la vida oculta son las únicas gracias que ella intenta poner. ¡Que otros hagan prevalecer la nobleza de su sangre, la riqueza de su familia o las ventajas naturales! ... Para ella, echando un velo sobre todas sus cualidades externas, tiene un solo objetivo, el de complacer al Corazón de su Dios, presentándole un corazón virginal adornado con las más bellas virtudes.
Entonces el mensajero de Aquel que lee en los corazones vendrá pronto en nombre de su Maestro para distinguirla entre todas las mujeres y decirle: "Has encontrado el favor del Rey soberano; el olor de tu vida pura se ha elevado hacia él; la modestia de tu apariencia ha cautivado sus ojos; tu corazón es amado por el suyo; Él te llama a compartir su trono y su imperio; Él te coronará y serás establecida Soberana de su Sagrado Corazón, y la tierra un día te proclamará Nuestra Señora del Sagrado Corazón".
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