PRENDAS DE SALVACIÓN, SON LAS LLAGAS DEL SEÑOR

POR SUS LLAGAS GLORIOSAS HEMOS SIDO CURADOS

DESCUBRIENDO A MARÍA MARTA CHAMBON, VSM.

Las Superioras se inclinaban ante los signos tan ciertos de la Voluntad celestial y se decidieron poco a poco, a dejarle cumplir las exigencias de Jesús Crucificado.

Así, Sor María Marta se vió primeramente invitada a pasar las noches en el suelo de su celda. Luego recibe la orden de usar una camisa de pelo grueso día y noche. Pronto, debe tejer una corona de espinas afiladas, que ya no le permite descansar la cabeza sin sentir un sufrimiento intenso.

Al cabo de ocho meses, en mayo de 1867, no satisfecho con las noches pasadas en el suelo, con la camisa y la corona de espinas, Jesús le exige el sacrificio de su propio sueño, pidiéndole que vele, sola, mientras todas duermen en el Monasterio, cerca del Santísimo Sacramento.

En el silencio de las noches, Nuestro Señor se comunica a su sierva de la manera más maravillosa. A veces, la deja luchar penosamente durante largas horas contra la fatiga y el sueño. Pero, la mayoría de las veces, Él la toma de inmediato y la lleva en una especie de éxtasis.

Le confía sus penas y sus secretos de amor, la llena de caricias, le roba el corazón para hundirle en el suyo. Su influencia en esta alma tan humilde, tan simple y dócil, crece día a día.

Motivos para la devoción a las Llagas de Jesucristo.

 Nuestro Señor, dirigiéndose a su Sierva la dice:

Los verdugos hicieron bien al perforar mi costado, mis manos y mis pies, ya que han abierto fuentes desde donde fluyen las aguas de mi misericordia para siempre. Solo el pecado es la causa que debe ser odiada.