EN LA ESCUELA DE SANTA JUANA DE CHANTAL

  

APRENDER DEL SAGRADO CORAZÓN...

EN LA ESCUELA DE SANTA JUANA FRANCISCA FREMIOT DE CHANTAL

"¡Viva Jesús! si, mi Señor Jesús, viva y reine eternamente en nuestros corazones."

Notas íntimas de Santa Chantal, VSM.



Jueves 20 de agosto 2020

Nos santiguamos y recitamos la oración inicial


Eterno Dios, trino y uno: pues sois tan admirable en vuestros siervos, y especialmente lo fuisteis en vuestra escogida sierva Santa Juana Francisca, a quien fortalecisteis con una fe tan clara y resplandeciente de los misterios, que los creía más ciertamente que si los viese con los ojos del cuerpo, y que hicisteis que esta fe con que fue tan ilustrada, la sirviese de lúcida antorcha para caminar segura en medio de las tentaciones que sobre esta virtud sufrió, suplicoos, Jesús mío, me concedáis por la fe de vuestra sierva una fe que me ilumine para creer cuánto me enseña la Santa Iglesia, y que me dirija en los pasos interiores de mi espíritu, y me alcance la gracia que os pido durante este mes. Amén.


CONSEJO DE SANTA JUANA FRANCISCA

Tendremos tantos grados de amor, como tengamos de mortificación.


RASGOS DE SU VIDA

Sujeta y aún injuriada en el castillo de Montelón, la señora de Chantal se manifestó grande, y más grande que cuando era feliz y dueña de todo en Burbilly. 

Únicamente ocupada en su grande obra: la conversión de su suegro y la de su indigna criada, se dedicó a vencer a uno y a otra a fuerza de dulzura. No había pasos ni sacrificios que la pareciesen costosos con la esperanza de que se volviesen a Dios. 

Llegó a tan alto grado de heroísmo que cuidaba a los hijos de esta mujer como a los suyos propios, tomándose el trabajo no sólo de instruirlos, sino también vistiéndolos algunas veces, peinándolos, limpiando sus vestidos y haciéndoles con sus manos los más bajos servicios. 

Sin embargo estos actos la costaban grandes combates, sobre todo a los principios de una vida tan humillada, en que toda su sangre se revelaba. Decía ella misma que, cuando veía a los hijos de esta criada andar a la par con los suyos, y algunas veces preferidos, se llenaba de indignación; pero, ahogando los gritos de la naturaleza, oponía a los insultos e insolencias un corazón manso y un rostro afable.

Observaba con su suegro la misma conducta, aprovechaba cuántas ocasiones se presentaban para hacerle bien y ninguna violencia fue capaz de disminuir su respeto. 

Todo esto la sirvió de ayuda para sufrir heroicamente y vencer su natural; era orgullosa, la sangre heredada de sus antepasados con un no se qué de altivo y dominante que quería ahogar a toda costa y nada la parecía más a propósito para conseguir la virtud de la humildad, que vivir en una casa donde las humillaciones eran para ella el pan cotidiano. 

Lo logró, en efecto, y tanto que no es fácil explicarlo. En esta durísima escuela, mejor que en el más severo noviciado, quiso Dios que se iniciara en la grande humildad y perfecta obediencia que bajó la mano de San Francisco de Sales serán después instrumento de grandes cosas.


LA PERFECCIÓN DE SU AMOR A DIOS 

Jesús mío, padre amorosísimo de Santa Juana Francisca, a quién favorecisteis con tan alto grado de oración que la colocasteis entre los serafines, y la hicisteis iluminada maestra en esta ciencia de los santos para que diese reglas seguras a sus Hijas: os suplico, Jesús mío, me concedáis por la elevada oración de vuestra sierva, ser discípulo suyo, y me deis gracia de aprovecharme en el ejercicio de una oración atenta y sólida que tenga por fruto la observancia perfecta de vuestra santa ley y consejos evangélicos; y que me concedáis lo que os pido. Amén.

Práctica

Se rezarán tres Padre Nuestros, Ave Marías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad en obsequio del favor que la Santa recibió a lo largo de su vida y durante el día, tres momentos de preparación para la oración.

Gloriosísima Santa Juana Francisca:

- Ángel de la pureza, ruega por nosotros.

- Arcángel en la solicitud del bien de las almas…

- Principado excelentísimo en la dirección espiritual y perfecta de innumerables almas…

- Potestad admirable en refrenar los sentidos y las pasiones que son los demonios que más daño nos hacen…

- Virtud prodigiosa en muchedumbre de milagros…

- Dominación sagrada en forma de criatura terrestre de angélico espíritu.

- Trono donde descansó el celestial Esposo…

- Querubín luminoso que alumbráis las acciones de vuestro instituto con vuestros escritos…

- Serafín fogosísimo en cuyo pecho imprimió el amor el Santo nombre de Jesús…

Yo, Santa mía amadísima, me gozo de los singulares dones con que nuestro dulcísimo Esposo enriqueció vuestra alma, y confiado en vuestra benignísima caridad, imploró vuestra clemencia para que me alcances del Señor que os imite en esta vida, y después os acompañe en la gloria. Amén.


Antífona

Tenía Santa Juana Francisca muy grande reputación entre todos, porque temía mucho al Señor, y no había quién hablase de ella una mala palabra.

V. Supo complacer al Señor.

R. Y el Señor se agradó de su modo de proceder.

Omnipotente y misericordioso Dios, que a la Bienaventurada Juana Francisca, abrasada en vuestro amor, la concedisteis una admirable fortaleza de espíritu para caminar en la perfección por todas las sendas de la vida espiritual, y quisisteis por su medio ilustrar a la Iglesia con una nueva familia; concédenos por sus méritos y ruegos, que así como conociendo nuestra flaqueza, confiemos en vuestra virtud, así con el auxilio de la divina gracia venzamos todo lo adverso, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Nos santiguamos para finalizar


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