EN LA ESCUELA DE SANTA JUANA DE CHANTAL


APRENDER DEL SAGRADO CORAZÓN...


EN LA ESCUELA DE SANTA JUANA FRANCISCA FREMIOT DE CHANTAL

"¡Viva Jesús! si, mi Señor Jesús, viva y reine eternamente en nuestros corazones."

Notas íntimas de Santa Chantal, VSM.



03 de agosto 2021

Nos santiguamos y recitamos la oración inicial


Eterno Dios, trino y uno: pues sois tan admirable en vuestros siervos, y especialmente lo fuisteis en vuestra escogida sierva Santa Juana Francisca, a quien fortalecisteis con una fe tan clara y resplandeciente de los misterios, que los creía más ciertamente que si los viese con los ojos del cuerpo, y que hicisteis que esta fe con que fue tan ilustrada, la sirviese de lúcida antorcha para caminar segura en medio de las tentaciones que sobre esta virtud sufrió, suplicoos, Jesús mío, me concedáis por la fe de vuestra sierva una fe que me ilumine para creer cuánto me enseña la Santa Iglesia, y que me dirija en los pasos interiores de mi espíritu, y me alcance la gracia que os pido durante este mes. Amén.


CONSEJO DE SANTA JUANA FRANCISCA

Saborear las suavidades de Dios no es amor sólido; pero humillarse, sufrir las injurias, morir a sí mismo, eso es el verdadero amor a Dios.

RASGOS DE SU VIDA

A principios del año 1604, donde dejamos esta historia el año pasado, aún no se conocían San Francis Sales y la Señora de Chantal, vivían a doscientas leguas de distancia, destinados, sin saberlo, a la misma obra. 

Evidentemente, estas dos hermosas almas no son de una misma familia. Diríamos que San Francisco de Sales pertenece a la familia tierna y afectuosa de San Juan, de San Ambrosio, de San Francisco de Asís, de San Buenaventura, de Fenelón; mientras que Santa Juana Francisca, al contrario, es de la fuerte y ardiente familia de San Pablo, de Santo Domingo, de San Ignacio, de Santa Teresa y de Bossuet. Sea lo que quiera, la diversidad de naturaleza y de carácter es evidente; se deja ver aun en su estilo. 

San Francisco de Sales es florido, abundante, anda por medio de figuras, emblemas y comparaciones, jugando entre flores. Santa Juana Francisca, al revés, escribe de un modo firme, severo y sin colorido; pero vivo, ardiente, y tan varonil, que admira en una mujer.

Pero aquí concluyen las diferencias; en todo lo demás solo se ven armonías; en uno y otra la misma elevación de espíritu, la misma nobleza de sentimientos, la misma grandeza de alma. En uno y otra también los mismos ímpetus fervorosos de amor de Dios, el mismo horror al mal, el mismo desprecio de todo lo que pasa, el mismo deseo de las cosas eternas.

San Francisco de Sales se santificó poniendo fortaleza en su dulzura; Santa Juana Francisca se santificará poniendo dulzura en su fortaleza.


PETICIÓN

Amorosísimo Jesús y Dios eterno, que fortalecisteis con un espíritu de mortificación a vuestra escogida sierva Santa Juana Francisca, que decía, revestida del espíritu de fervor, la oración y la mortificación son los principales ejercicios de la Religión, habiéndose ejercitado en estas dos virtudes con mucha particularidad: os suplico, mi buen Jesús, me concedáis por vuestra escogida sierva, que mortifique todas mis acciones, palabras y pensamientos, y así merezca la gracia que os pido. Amén

PRÁCTICA

Se rezarán tres Padre Nuestros, Ave Marías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad en obsequio del favor que la Santa recibió a lo largo de su vida y se harán tres actos de humildad.

Gloriosísima Santa Juana Francisca:

- Ángel de la pureza, ruega por nosotros.

- Arcángel en la solicitud del bien de las almas…

- Principado excelentísimo en la dirección espiritual y perfecta de innumerables almas…

- Potestad admirable en refrenar los sentidos y las pasiones que son los demonios que más daño nos hacen…

- Virtud prodigiosa en muchedumbre de milagros…

- Dominación sagrada en forma de criatura terrestre de angélico espíritu.

- Trono donde descansó el celestial Esposo…

- Querubín luminoso que alumbráis las acciones de vuestro instituto con vuestros escritos…

- Serafín fogosísimo en cuyo pecho imprimió el amor el Santo nombre de Jesús…

Yo, Santa mía amadísima, me gozo de los singulares dones con que nuestro dulcísimo Esposo enriqueció vuestra alma, y confiado en vuestra benignísima caridad, imploró vuestra clemencia para que me alcances del Señor que os imite en esta vida, y después os acompañe en la gloria. Amén.


Antífona

Tenía Santa Juana Francisca muy grande reputación entre todos, porque temía mucho al Señor, y no había quién hablase de ella una mala palabra.

V. Supo complacer al Señor.

R. Y el Señor se agradó de su modo de proceder.

Omnipotente y misericordioso Dios, que a la Bienaventurada Juana Francisca, abrasada en vuestro amor, la concedisteis una admirable fortaleza de espíritu para caminar en la perfección por todas las sendas de la vida espiritual, y quisisteis por su medio ilustrar a la Iglesia con una nueva familia; concédenos por sus méritos y ruegos, que así como conociendo nuestra flaqueza, confiemos en vuestra virtud, así con el auxilio de la divina gracia venzamos todo lo adverso, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Nos santiguamos para finalizar

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