EL APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN

SANTA MARGARITA MARÍA ALACOQUE 

EL ALTAR DEL CULTO AL SAGRADO CORAZÓN

 A MODO DE COMUNIÓN ESPIRITUAL

Oh Padre Eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como Él mismo se os ofrece en sacrificio. Recibid, si os place, esta ofrenda por mí junto con todos los deseos, sentimientos, afectos, movimientos y acciones de este Sagrado Corazón. Todos son míos, puesto que se inmola por mí; no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos en satisfacción de mis pecados para concederme (en cambio) por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y de alabanza, que ofrezco a vuestra divina Majestad, puesto que sólo por Él sois dignamente honrado y glorificado. Amén.

Yo os saludo, Corazón de mi Bienhechor; enriquecedme.

DE SU AUTOBIOGRAFÍA

Pero caí en un estado de enfermedad tan deplorable, que pasé como unos cuatro años sin poderme mover. Los huesos me rasgaban la piel por todas partes, y por esta causa no me dejaron allí más que dos años. 

No pudo hallarse, en definitiva, otro remedio a mis males, que el de consagrarme con voto a la Santísima Virgen, prometiéndole que, si me curaba, sería un día, una de sus hijas. Apenas se hizo este voto, recibí la salud acompañada de una nueva protección de esta Señora, la cual se declaró de tal modo dueña de mi corazón que, mirándome como suya, me gobernaba como consagrada a Ella, me reprendía mis faltas y me enseñaba a hacer la voluntad de Dios. 

Me sucedió una vez, que estando rezando el rosario sentada, se me presentó delante y me dio tal reprensión, que aunque era aún muy niña, jamás se ha borrado de mi mente. «Hija mía, me admiro de que me sirvas con tanta negligencia.» Tal impresión dejaron estas palabras en mi alma, que me han servido de aviso para toda mi vida.

¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿no soy Yo vida y salud?

Santa Margarita María no es la única persona que ha experimentado la recuperación de la salud por intercesión de la Madre del cielo, pero sí es uno de los raros ejemplos de gratitud a los favores de esta Dulce Señora.

Todos los días, en las Letanías Lauretanas afirmamos que María es Salud de los enfermos y todos, sea del cuerpo o del alma, estamos enfermos. Querido Hermano, Guardia de Honor, si estamos persuadidos de esta realidad, ¿por qué razón nos rehusamos acudir a esta Fuente para que nos la devuelva?

Tal vez porque, como se dice popularmente: "Nobleza obliga".

Mientras Dios no me estorbe, que todo lo que haga sea en mi beneficio... bienvenido, pero en cuanto Él quiere tomar el control... Así nos sucede con esta Madre de Amor. Tenemos fervor, nos consagramos a su Corazón Inmaculado... hacemos los 33 días de preparación para ser "Esclavos de María", pero si, como a Santa Margarita María, nos corrige, nos reprende, nos hace conocer nuestras faltas y negligencias, nos parece muy dura la práctica de la religión, el corazón se adormece, se entibia y nos alejamos del consejo de esta Señora que quiere ser Reina de nuestra vida. 

Que el ejemplo de Santa Margarita María nos impulse a ser más fieles en el rezo del Santo Rosario, no solo para rezarlo, sino para meditarlo y vivir de sus misterios, que no son otra cosa que el seguimiento de Jesucristo y el cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestra vida diaria.

Oh Santa Margarita María, a ti que el Sagrado Corazón de Jesús te hizo partícipe de sus divinos tesoros, te imploramos nos obtengas todas las gracias que necesitamos de ese Adorable Corazón, y en particular la gracia de............ Con ilimitada confianza pedimos a este Corazón nos las conceda por tu intercesión para mayor gloria suya. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Santa María, Madre de Dios y patrona de la Orden de la Visitación, ruega por nosotros.

Santa Margarita María, Tú que, como San Juan, recostaste tu cabeza en el Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

(3 veces)