YA VIVAMOS, YA MURAMOS, DEL SEÑOR SOMOS

 

DIA 3

SUFRAGIOS

PARA LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO




"PRÁCTICAS DE SUFRAGIOS EN COMPAÑÍA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS SEGÚN EL DESAFÍO DE SANTA MARGARITA MARÍA. "

Tercer día de estas meditaciones, del R.P. Víctor Jouët:


¿Qué desea de nosotros el Corazón divino respecto de las almas del Purgatorio?
 
Que las amemos como si cada una de ellas fuera él mismo. 

Ésta es la tercera regla de la caridad hacia el prójimo; ellas tienen derecho a recoger sus frutos, y Nuestro Señor se ha hecho en el Evangelio garante de nuestra recompensa en el último día; escuchémoslo:

“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, y poseed el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; estaba sin asilo y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; estuve enfermo y me visitasteis; estaba en prisión y vinisteis a verme.

“Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo os vimos sin refugio y os acogimos o desnudo y os hemos vestido; o cuando te vimos enfermo o en prisión, y vinimos a ti?

“Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuando lo habéis hecho a uno de los más pequeños entre mis hermanos, uni ex his fratribus meis minimis, a mí me lo habéis hecho, mihi fecistis.

Examinemos ahora. ¿Conocéis entre aquellos a quienes Nuestro Señor llama los más pequeños de sus hermanos, alguien más humilde, más pobre, más abandonado que el alma en el Purgatorio? ¿No está hambriento y sediento con el hambre y la sed de Dios, ante las cuales toda otra hambre y sed no son más que pálidas imágenes? ¿No se ve privada al mismo tiempo de esta morada que ya no tiene en la tierra y de este reino de los cielos que aún no tiene? ¿No está despojada de todo, incluso de su cuerpo, que tanto amaba? ¿No está ella en tormentos que sobrepasan a todos los de aquí abajo? ¿No está, ay, retenida en su prisión de fuego? Y el pensamiento de que amamos al Sagrado Corazón amando a las almas del Purgatorio; que le consolemos consolándolas, y que él mismo agradezca todo el bien que les hagamos, ¿no será capaz de despertar toda nuestra devoción hacia ellas? -Pensémoslo detenidamente.

Historia. La bienaventurada Margarita María, 1647-1690.

Ofrecida como víctima al Sagrado Corazón de Jesús, nuestra Santa se abandonaba totalmente a la misericordia de su soberano Maestro y Señor; es Él quien la da, primero por un tiempo, luego para toda la vida, a las almas del Purgatorio; él considera hecho a sí mismo lo que ella hará para ayudarlas, deseando más que nosotros su pronta liberación. El siguiente pasaje de su vida, escrito por sus contemporáneas, es una conmovedora prueba de ello:

“El Sagrado Corazón de Jesús, escribe, a menudo entrega su débil víctima a las almas del Purgatorio, para ayudarlas a satisfacer la justicia divina; es en este tiempo que sufro penas casi como ellas, sin encontrar descanso ni de día ni de noche”.

Para esta amante del Calvario, fue su continuo ejercicio amar y sufrir. Estaba tan acostumbrada que, aunque no solía pasar ocho días sin enfermarse, actuaba como si gozara de perfecta salud, llevando la mayoría de las veces sus males y dolencias en silencio para seguir en todo a la comunidad, desde la mañana hasta la noche.

Desde el comienzo de su vida religiosa se había dedicado a las almas del Purgatorio...

“Su caridad benéfica, dice la Madre Greyfié en sus memorias, la llevó a orar mucho por las almas del Purgatorio, de las cuales Nuestro Señor también le hacía conocer a menudo el estado de sus penas y los medios para ayudarlas a pagar sus deudas. A lo cual ella se entregó voluntariamente con permiso, y cediendo, en favor de estas queridas almas sufrientes, todo lo que podía hacer y sufrir; durante algún tiempo, sus penas interiores, sus dolencias corporales y los ejercicios en las pequeñas contradicciones exteriores no dejaron de redoblarse” .



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