"TODAS LAS PERSONAS NACEN COMO ORIGINALES, PERO MUCHAS MUEREN COMO FOTOCOPIAS" A pesar de lo que se pudiera pensar de un jovencito de nuestro tiempo, Carlo ha sido elevado al honor de los altares. Se puede decir que era un niño completamente normal, como la mayoría de sus compañeros, pero con una armonía verdaderamente especial gracias a su gran amistad con Jesús. Además de las principales tareas de su vida como estudiante e hijo, se las arreglaba para encontrar tiempo para dar catequesis a niños que se preparaban para la Primera Comunión y la Confirmación; ser voluntario en el comedor social de los Capuchinos y las Hermanas de la Madre Teresa; ayudar a los pobres de su barrio; ayudar a niños con dificultades con sus tareas; realizar obras apostólicas por internet; tocar el saxofón; jugar al fútbol; diseñar programas de ordenador; disfrutar de los videojuegos; ver películas de detectives y rodar películas con sus perros y gatos. « Estar siempre unido a Jesús: este es mi plan ...